OPINIÓN: Eduardo Villamán Fadul, el dinero manda

 Por Ramón Urbáez

SANTO DOMINGO.-Gana un sueldo de 920 dólares de la nómina de la Cancillería, como presunto auxiliar consular en Nueva York, pero vive en la ciudad de Santiago de los Caballeros, y cobra también un salario como oficial de Policía Nacional sin ofrecer ningún servicio, el hombre que agredió verbal y físicamente a dos agentes de la AMET que lo detuvieron por violar una luz roja.

Se trata Eduardo Villamán Fadul, hijo de la exgobernadora de Santiago, Rosa Fadul, y sobrino del ministro de Interior y Policía, Ramón Fadul, ascendencia que al parecer lo exonera de todo cumplimiento de la ley y lo faculta para cancelar o arrestar a quien quiere, sin importar que sea policía o militar.

Al menos esas fueron sus amenazas contra los dos jóvenes policías de tránsito que intentaron amonestarlos por violar una luz roja, una infracción muy grave aquí y en cualquier ciudad del mundo. En un video difundido por las redes sociales se observa a un Villamán Fadul furibundo empujando en varias ocasiones a los agentes de AMET u profiriendo insultos y palabras obscenas.

Las imágenes muestran que en todo momento los agentes lo trataron con respeto, lo que era respondido con más violencia por Villamán Fadul, y a los agentes les decía “¿Ustedes no saben quién soy yo?”, mientras les pide que se identifiquen y llama por teléfono supuestamente a un superior.

La acción del hombre, que exigía a voz en cuello los nombres de los agentes para reportarlos, fue grabada por uno de los ellos, lo que lo  enfureció aún más. El hecho fue grabado con un celular por uno de los agredidos. Durante el hecho el hombre pisó con una goma de su vehículo el pie de uno de los agentes.

Villamán fue llamado por la fiscalía de Santiago, luego que la AMET, pero fue despachado sin cargos y los agentes obligados a desestimar la quejas, aunque todo el país y el mundo ha visto su infraganti delito por las redes sociales.

De modo que a violar la ley y a agredir a los agentes del tránsito, porque para eso no hay castigo, eso no es nada en este país de las maravillas.