Por César Medina-
Danilo Medina y el Partido de la Liberación tuvieron la buena fortuna de que Luis Abinader y no Hipólito Mejía ganó la nominación presidencial del Partido Revolucionario Moderno… De haber ocurrido a la inversa, tal vez otro gallo cantaría el 15 de mayo.
De paso el país se libró de una locura peor que la del principio de siglo, porque Hipólito sigue igual o peor que hace dieciséis años cuando fue Presidente y puso esto patas arriba; lo demostró hace un par de días cuando dijo que Miguel Vargas estaba borracho al plantear la posibilidad de su retorno al PRD.
Su expresión destemplada no llegó en forma figurada como la de Miguel, sino que matizó su afirmación asegurando que el presidente del PRD pasa todo el día en estado de ebriedad, algo que Hipólito sabe es absolutamente falso porque Miguel no es consumidor habitual de alcohol ni lo ha sido nunca.
Tampoco es un abstemio --“que se lo unta”--, como confesó Mejía es su caso; Vargas, en cambio, consume ocasionalmente un trago social cuando las circunstancias se lo permiten, pero nadie nunca lo ha visto en estado de embriaguez.
Hipólito se sintió ofendido por una inferencia de Vargas sobre el retorno de muchos hipolitistas al PRD --entre ellos su vocero Héctor Guzmán, Maximín Aristy, Fello Suberví, Yayo Matías, Luis Ernesto Camilo--, y reaccionó con una pataleta infantil producto de un enojo sin control…
…En justo contexto
La verdad es que de haber sido Hipólito el candidato del PRM en vez de Luis Abinader, ninguna de esas figuras claves habrían retornado al PRD, por lo menos en estas circunstancias. Si lo hicieron es porque el candidato Abinader no les garantiza ni confianza ni seguridad, además de que saben que será derrotado en las elecciones.
Todos ellos son dirigentes políticos de mucha experiencia y saben que solo Hipólito Mejía, por su carisma y liderazgo, pudo haber competido con alguna posibilidad de provocar una segunda vuelta y eventualmente ganar el balotaje.
Pero, además, Abinader cometió el gravísimo error de golpear al hipolitismo negándole principalía en los escenarios donde era mayoritario y pudo haber ejercido control sobre amplios segmentos partidarios que nunca se motivaron a trabajar por el candidato del PRM.
El caso más dramático se presentó en Nueva York donde el grupo La Maquinaria, que por años le hizo el trabajo de promoción a Hipólito, se marchó en masa del PRM para apoyar la reelección, mientras denunciaba a Abinader considerándolo un tirano en el partido y enemigo de Mejía.
Viene una avalancha…
Después de esta semana cuando se formalice el regreso de Fello Suberví al PRD y asuma la presidencia del Comité del Distrito, una auténtica avalancha de experredeístas regresarán a su partido dándole la espalda a la candidatura de Abinader.
El expresidente Mejía no alienta una decisión de esa naturaleza pero tampoco detiene a nadie cuando le van a comunicar la determinación de regresar a su partido disgustados por la forma en que Abinader y su gente de confianza tratan a los hipolitistas… “con la punta del pie”.
Hipólito guarda las apariencias tratando de evitar que el disgusto de su gente generalice y provoque una avalancha de retornos al PRD, pero ya es poco lo que puede lograr… ¡…El daño está hecho!
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario, Tu comentario es importante y siempre será de utilidad para mejorar!