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Por: Salvador Holguín
Por: Salvador Holguín
Periodista.
Hilando Fino
SANTO DOMINGO.-En elecciones de las que participaron políticos como Horacio Vásquez, Rafael Leónidas Trujillo, Juan Bosch, Joaquín Balaguer, Antonio Guzmán Fernández, Salvador Jorge Blanco, Jacobo Majluta, José Francisco Peña Gómez, Leonel Fernández Reyna, Danilo Medina e Hipólito Mejía Domínguez, alegaban fraudes porque a los que le correspondía jugar un papel de árbitro imparcial nunca lo asumieron así, estos se confabulaban con el presidente o partido de turno para cambiar la voluntad popular de los dominicanos que se expresaban a través de los votos.
En este momento histórico que estamos viviendo en el país en materia política electoral, vimos como a quien le correspondía garantizar paz y estabilidad del certamen montado con mira a las elecciones del 15 de mayo 2016, provocó una crisis en el sistema de partidos con el propósito de quedarse en la institución, violando la Ley electiva 275-97 que en su artículo 127 establece con claridad el método a utilizar para el conteo de los votos, cito: “se abrirá la urna y se sacarán de ella las boletas que hubieren sido depositadas, contándolas, para confrontar su número con el de electores que hubieren votado según los inscritos en el formulario especial de concurrentes. Se pondrán aparte los sobres que contengan boletas protestadas, y se verificará si el número de éstos coincide con el número de declaraciones de protestas que hayan sido presentadas, y con las anotaciones hechas al respecto en el acta del colegio electoral. Los sobres que contengan boletas protestadas serán empaquetados sin abrirlos. Luego, el secretario desdoblará la boleta leyendo en alta voz la denominación de la agrupación o partido a que corresponda la boleta y pasando ésta al presidente, quien la examinará y exhibirá a los demás miembros y delegados presentes”. Si nos fijamos en este acápite de esta ordenanza nos damos cuenta que en ningunos de sus párrafos habla del sistema electrónico ni escáner para el conteo, todo fue una estrategia hasta lograr que lo ratificaran en la Junta Central Electoral.
Por eso veíamos a Roberto Rosario Márquez enfrentado con los siete candidatos presidenciales de la oposición como si él fuera competidor y no juez del proceso, se dedicó a obstaculizar la reelección del presidente Danilo Medina, PLD y el montaje de sus mismas elecciones con su cártel que opera a lo interno y externo de la Junta, con tentáculos en el partido morado que no tuvieron el valor de marcharle de frente al presidente y se apoyaron en Rosario para desestabilizar el proceso eleccionario con el objetivo de poner en peligro que Danilo no logrará cuatros años más en la primera vuelta, el plan era si no lo complacían provocar un escenario de segunda vuelta y ahí obligarlo a negociar o hacerlo perder, cosa que no pudo materializarse ya que los Danilistas fueron más inteligente que ellos, lograron su propósito reeleccionista y la de él está por verse...
No fue hasta que el secretario general del Partido de la Liberación Dominicana, Reinaldo Pared Pérez, en unas declaraciones imprudentes y perturbadoras en medio de las elecciones dijera; "los miembros de la Junta Central Electoral serán ratificados por su organización política, sí Danilo gana las elecciones", con esto le garantizó a Roberto Trujillo Márquez su reelección por lo menos en discurso teórico y al pleno que juega un papel de borregos de sus decisiones, desde que llegó ahí se ha creído ser dueño y señor de la JCE a tal punto que los ciudadanos dicen que si es una herencia que le dejaron sus padres, cosa que no es así, lo que ha faltado es un poco de decisión y firmeza del pueblo dominicano y la clase política de oposición para lograr que una institución como esa que le corresponde jugar un rol tan importante para la democracia de la nación, pongan ahí personas imparciales que actúen apegado a lo que establecen las leyes y la Constitución de la República.
Sustentamos nuestra tesis de que se creó una crisis electoral como método de chantaje para quedarse en la Junta Central Electoral, porque era muy evidente el plan de Márquez y su estructura, primero dijo que peligraba el montaje de las elecciones porque no le habían entregado los recursos a tiempo, luego el conteo de todos los votos de manera electrónica a través de escáner, después planteó que solo se aplicaría con los candidatos presidenciales no en lo congresual y municipal, finalmente aceptó el conteo manual en todos los renglones, claro todo fue aceptado cuando ya le habían asegurado que seguía “subido en el palo”, que también iba por más y como decía el doctor Balaguer “vuelve y vuelve” sabrá Dios hasta cuándo.
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